Estamos entrando en el mes de diciembre y las calles de Cracovia, especialmente en su centro, ya están engalanadas para la Navidad. La plaza de la ciudad se adorna con motivos navideños y, como no puede ser menos en una ciudad tan religiosa como ésta, el Belén preside el lugar, abrigado por un gran árbol de Navidad.
Este domingo, pasear por el centro a mediodía fue sin duda muy placentero. Los rayos del sol hicieron que la sensación navideña no fuese tal y si no llega a ser por las numerosas casetas llenas de regalos, los adornos para los árboles, los gorros de Santa Claus y la música navideña, no hubiese imaginado que las fechas navideñas están ya a la vuelta de la esquina.
Desde luego que los paseos dominicales con las calles llenas de gente en días soleados son algo estupendo en Cracovia, pero uno ya está esperando y casi deseando que lleguen las primeras nevadas. Y es que tanto insistir todo el mundo con el duro invierno que tendríamos que vivir en Polonia y resulta que si no fuera por las noticias que me llegan desde España, no sabría que existe el bajo cero de los termómetros.
Eso sí, espero que el tiempo siga dando una tregua estos días para recibir como se merece a toda la expedición del Halcón Avenida, contra los que jugamos mañana, y ese frío que está por llegar aguante unos días más para que todos los componentes de la expedición tengan una gran estancia en la que ahora es mi casa.
Espero que, al margen de lo deportivo, les guste esta preciosa ciudad y se puedan llevar todos un gran recuerdo de su visita.
José Ignacio Hernández
