«Mi objetivo ahora mismo es hacerlo mejor aquí»

Anna Cruz, la undécima española que llega a la WNBA, dijo que, aunque está contenta con la decisión de probar suerte en la WNBA, sabe que no ha rendido como podría con las Liberty del 'Bad Boy' Bill Laimbeer a pesar de sus buenos números

«La verdad es que no estoy como pez en el agua», admitió la catalana de 27 años en los pasillos del Staples Center tras la victoria a domicilio de su equipo, New York Liberty, sobre Los Ángeles Sparks. «Todavía no he jugado como puedo hacerlo y eso lo tengo dentro aún. Espero poder sacarlo de aquí al final de la temporada y, si no es así, es el rol que tengo que asumir. No siempre hay que mirar por uno mismo, sino ver qué puedo hacer por las demás», añadió.

La conversación discurrió a escasos metros del vestuario utilizado por Pau Gasol como local durante más de seis años en las filas de los Lakers: «Esta mañana pensaba en ello cuando hemos venido a hacer tiro. El pabellón es muy espectacular. Es especial».

Las Liberty, cuartas en el Este con un balance de 9 victorias y 13 derrotas, se impusieron a las Sparks, cuartas en el Oeste, por 64-66. Anna Cruz , titular y tercera máxima anotadora del equipo durante la temporada, registró 5 puntos y 3 asistencias. «Este año sufrimos más de lo debido; cada victoria la tenemos que trabajar mucho. Hay buena plantilla y poco a poco hay que ir encontrando la manera de jugar en equipo, que es lo que nos falta. Hay que valorar mucho victorias como la de hoy porque es complicado ganar cualquier partido», declaró.

Cruz, aunque tentada en el pasado, reconoció que escogió este momento para probar la experiencia estadounidense porque se veía capacitada para desplegar un buen nivel y no verse relegada al banquillo: «Este era el momento para mí; no quería venir sin estar preparada. Si vienes y apenas juegas, no lo vives al cien por cien. Teníamos mucho verano por medio y decidí intentarlo como una aventura».

La novata en la WNBA pasa esa aventura con mañanas dedicadas por completo a los entrenamientos y tratamientos, algo que le permite tener tardes más ociosas siempre y cuando su cansancio se lo permita. «Que no es el caso», puntualiza. «He tenido bastantes visitas y me conozco Nueva York perfectamente, ya voy sin mapa. Estoy disfrutando», comentó Anna Cruz , que cuando acabe este periplo norteamericano regresará a las filas del Nadezdha Oremburg ruso.

«Mi objetivo ahora mismo es hacerlo mejor aquí. Tengo partidos buenos, otros malos… No acabo de encontrarme completamente a gusto», reconoció, cuando faltan tres semanas para el término de la temporada regular.

El principal escollo que ve en esa aclimatación es la dificultad del idioma, aunque en la cancha las mayores diferencias se dan por cuestiones físicas. «Hay jugadoras que son un escándalo de calidad, pero la mayor diferencia es el físico. Aquí van a lo bestia. Los árbitros tampoco sé muy bien qué criterio tienen. No sé si es por ser novata, pero desespera un poco. Pero calidad hay mucha. Es la mejor liga del mundo. En España y Rusia estamos acostumbradas a jugar contra americanas, pero no contra tantas a la vez», explicó entre risas.

Por último habló sobre su entrenador, Bill Laimbeer, exjugador de los míticos 'Bad Boys' de los Pistons. «Me ha demostrado mucha confianza desde el principio, pero tiene mucho temperamento, personalidad y carácter», sostuvo sobre el célebre «bad boy», a quien le gustaría convencer de que debe estar más involucrada en el juego y tener un mayor protagonismo en los sistemas.

A pesar de ello, Cruz se conforma con su papel actual mientras Laimbeer le dé minutos. «Cuando las cosas van mal, en partidos sobre todo, saca ese carácter. O te acostumbras o te puede hundir. Hay que relativizar un poco lo que dice y lo que hace para que no te saque del partido. Me ha dicho que le gustaba cómo juego y que le había sorprendido», finalizó.