Laura Gil se ha reinventado a sí misma tras una larga lesión para transmitir su espíritu luchador a su equipo de siempre: La Selección
¿Cómo vivió su larga recuperación de 7 meses?
Una de mis motivaciones en este largo proceso era poder estar en la concentración, luego haberme quedado, y alcanzar el nivel que tengo ahora en la Selección que es mi equipo de siempre.
Pero habrá pasado momentos muy duros…
Sí. Me perdí todo el final de la liga y fue un final muy bonito por lo que aún sienta peor. Pero estoy teniendo recompensas, como estar aquí que hace que todo merezca la pena. Aun así tienes razón: ha sido un verano muy largo
¿Se mentalizó de alguna manera para afrontar una recuperación tan a largo plazo?
Realmente he estado viviendo el día a día y como podía ir hacia adelante y hacer cosas nuevas lo he llevado bien. Lo importante es dar pasos día a día.
Su compañera Alba dice que tras la lesión de rodilla valora más las cosas y es más madura ¿comparte opinión y sensaciones con ella?
Sí. Es verdad que me ha dado confianza. Me conozco mejor, conozco mejor los límites pero la verdad es que estoy a un nivel al que no me esperaba llegar tan pronto. También a mí me ha sorprendido. Además me he dado cuenta que relativizo cada vez más todo. Eso te ayuda dentro de la pista.
¿Qué nos puede decir de esta selección que nos está enamorando?
Que somos un buen equipo. Muy parecido al del año pasado. Podemos hacer un buen papel en este Mundial pero nos gusta ir paso a paso. Todas tenemos muchas ganas. Se ve ilusión y buen rollo dentro del equipo que es lo más importante. Estamos quemando etapas. A ver cómo acaba esta.
¿Cuál está siendo el secreto del equipo?
Creo que ser fieles a nuestro juego: Correr. El contraataque tras defender a muerte es nuestra bandera.
¿Tiene el equipo margen de crecimiento en el campeonato?
Siempre se tiene. El problema este año es que al ser una competición tan corta tenemos ese margen de crecimiento más limitado. Nos la jugamos cada día pero hemos empezado a lo grande.
