España lleva triunfando 15 años

Antes de que Carolina Marín y Mireia Belmonte, quizás las dos caras más reconocibles del deporte femenino español en la actualidad, soñaran con triunfar en un Campeonato de Europa, un Mundial o unos Juegos Olímpicos, la selección española de baloncesto ya estaba consiguiendo medallas en torneos internacionales

Desde el EuroBasket de Francia 2001, en el que consiguió la medalla de bronce, España sólo se ha bajado del podio europeo en 2011: siete medallas en ocho campeonatos. Desde la desintegración de la URSS, sólo Rusia (ahora venido a menos: se ha quedado fuera del Preolímpico del año que viene) puede presumir de una trayectoria similar.

Los éxitos de la selección española tienen su antecedente: el equipo que quedó quinto en Barcelona'92 y fue campeón de Europa un año después en Perugia (Italia). Marina Ferragut, Betty Cebrián y Blanca Ares, entre otras, fueron las pioneras. Las dos primeras estuvieron en 1993 y en el 2001. Aunque hubiera un período de ocho años sin medallas, se puede trazar una línea desde los JJOO de Barcelona al EuroBasket de Hungría y Rumanía que terminó este domingo. En el 2001 estaban Elisa Aguilar y Amaya Valdemoro (aunque no jugó aquel torneo), madrinas de la actual generación. Isa Sánchez, asistente de Lucas Mondelo, ganó dos medallas como jugadora. España ha seguido subiendo al podio pese al cambio de entrenadores y jugadoras.

En busca del sueño de los JJOO
El éxito del baloncesto femenino va más allá de la selección absoluta, como demuestran las decenas de medallas en categorías inferiores. El método FEB funciona, si es que hay algo que pueda llamarse así, pues al final son los clubes los que más invierten en la formación de sus jugadoras. Es cierto que la Federación Española de Baloncesto apenas ha podido sostener la Liga Femenina, pero el trabajo con las selecciones ha sido excelente.

Curiosamente, el baloncesto no fue parte de la explosión definitiva del deporte femenino español, que se produjo en los Juegos Olímpicos de Londres (11 de las 17 medallas españolas fueron conseguidas por mujeres). España se quedó fuera de la cita un año antes, en una situación muy similar a la de este verano. Tras el éxito en el Mundial de 2010 (España quedó tercera), la selección se quedó fuera de los cuartos de final tras perder contra Croacia en el último partido de la segunda fase y dijo adiós a los Juegos Olímpicos. Fue el primer varapalo para Alba Torrens y compañía, la generación que había debutado en Pekín 2008 y ya comenzaba a hacerse con el mando del equipo.

Con el nombramiento de Mondelo en 2012, la selección comenzó a trabajar a medio plazo, pero sin renunciar a los objetivos más cercanos. El resultado es difícilmente mejorable: desde 2013 el balance es de 46 victorias en 49 partidos, una medalla de plata en el Mundial y un oro y un bronce en dos EuroBasket. Clasificarse directamente para Río 2016 era muy complicado, sólo el campeón conseguía billete, pero el primero objetivo, jugar el Preolímpico, sí se ha conseguido. De ese torneo saldrán cinco equipos. España ya se clasificó de esa manera para la edición de 2008.

Hay mucho presente (y más futuro)

Si España supera ese torneo preolímpico, los de Río de Janeiro serían sus cuartos Juegos Olímpicos, tras los de Barcelona, Atenas y Pekín. La diferencia es que este equipo llegaría con muchas opciones de conseguir una medalla. La plata en el Mundial del año pasado lo demuestra: a su mejor nivel, sólo Estados Unidos está por encima de España. Ni siquiera Francia es superior, aunque ganara a España en semifinales el pasado viernes. Y tampoco Serbia. El nivel entre las tres selecciones es muy parejo y los enfrentamientos se deciden por detalles. Por ejemplo, la ausencia de Sancho Lyttle.

Astou Ndour ha demostrado que hay recambio para Lyttle -«nuestra Pau Gasol», Laia Palau dice-. Quizá se consume después de Río. La hispano-senegalesa ha promediado 12,7 puntos y 7,9 rebotes en su primer torneo con la selección.

Regrese o no la jugadora de Atlanta Dream el próximo año, España tiene equipo para luchar por subir al podio en Río y en citas posteriores. La media de edad de las jugadoras que han ganado la medalla de bronce es de 26,4 años. Alba Torrens y Laura Nicholls , apenas tienen 26 años y ya llevan siete en la selección; Marta Xargay, otro de los pilares del equipo, aún tiene 24. Y a ellas hay que sumar a las más veteranas que aún aguantan y a las que vienen por detrás, con Leticia Romero y Astou Ndour ya en la selección.

La selección de baloncesto es uno de los referentes de la época dorada que está viviendo el deporte femenino español, no sólo por sus medallas, sino por una forma de trabajar que le ha servido para mantenerse en la élite durante más de una década. Es un equipo cuya principal virtud es la competitividad. Eso nunca se recuerda tanto como una medalla olímpíca, el sueño de este equipo, pero es lo que permite a que todas las nuevas jugadoras que llegan al equipo puedan seguir luchando por conseguirla.