'Tampoco te fijas mucho si al otro lado hay una mujer o un hombre'

Trece de los catorce técnicos de Liga Femenina son hombres, sólo hay la excepción de la preparadora del Argon Uni Girona, Anna Caula

Trece de los catorce técnicos de Liga Femenina son hombres, sólo hay la excepción de la preparadora del Argon Uni Girona, Anna Caula Caula hace años que entrena y ve con más normalidad dirigió en la élite aunque la realidad lo convierte en un caso único.

¿No se siente sola en los banquillos?
No, no … Tampoco te fijas mucho si en el banquillo del otro lado hay un hombre o una mujer. No creo que mi caso se pueda calificar de extraño, pero sí es cierto que deberíamos tener la ambición que hubiera más mujeres. La pasada temporada, en Liga Femenina 2, estaba mucho más repartido. En todo caso no viene de este año, creo haber leído que en toda la historia de la Liga Femenina sólo han entrenado Carmen Lluveras y Silvia Font.

¿Lluveras y Font serían dos referentes?
Creo que un buen camino para la normalización sería no pensar tanto si es una mujer o un hombre. A mí los técnicos me gustan por cómo hacen jugar sus equipos o por cómo se relacionan con las jugadoras, no por si son hombres o mujeres.

¿Ser mujer le ha traído ventajas o desventajas en los banquillos?
Espero que ni una cosa ni otra. Creo que no debería influir en la valoración de nuestro trabajo. Como todo en la vida ser mujer te puede ayudar en algunas cosas y ser hombre en otros, pero no creo tenga una influencia directa en los resultados.

Veo que no lo ve como una situación extraña a pesar de ser la única.
No. Quizá porque es mi experiencia. Siempre he entrenado y yo lo veo natural y respecto a la otra gente cuando empezaba, de más jovencita, sí tuve que oír algunas cosas grandes pero ahora es todo muy normal.

La constante presencia mediática de la actual directora general del Ros Casares, Carme Lluveras, puede hacer pensar que es más o menos habitual que una mujer entrene los principales equipos de Liga Femenina . Nada más lejos de la realidad porque, en los últimos años, sólo Lluveras y la catalana Sílvia Font han dirigido equipos de la máxima categoría y, sin ir más lejos, esta temporada sólo hay una entrenadora en la liga: Anna Caula. La gerundense es la única mujer que ocupa una de las catorce banquillos de Liga Femenina y el resto: trece entrenadores hombres. Ni los principales equipos de la liga-Ros Casares (Isma Cantó), Salamanca (Jordi Fernández) y Rivas (Javier Fort) – ni los más modestos y que miran hacia casa-Canoe (Iván Tenes) o Estudiantes (Javier Lombardia) — se han atrevido a dar el paso de poner una mujer en su banquillo. Incluso el actual colista, Ibiza, intentó superar su reducción de presupuesto dando el cargo a un técnico de cierto prestigio en el baloncesto masculino pero sin experiencia en el femenino: Jenaro Díaz .

Anna Caula es un claro ejemplo de entrenadora que crece a medida que su club, el Uni Girona, se hace mayor. Tras la fusión que creó el actual club, la entrenadora gerundense trabajó en el baloncesto base (con diferentes éxitos en campeonatos de España) hasta que la pasada temporada pasó a dirigir el primer equipo en Liga Femenina 2. Antes, en la segunda categoría del baloncesto español, el Uni había sido entrenado por dos hombres: primero Dani Perdiguero y después, Carlos Coromina.

Un claro ejemplo que encontrarse una entrenadora en Liga Femenina no es un hecho habitual es que Laura Camps , veterana alero del Uni Girona con mucha experiencia en la competición, nunca había sido entrenada por ninguna mujer hasta que llegó este verano en Fontajau. Ni en el UB Barça, ni a la Universidad de Florida, ni en el Cadí, ni en Salamanca, ni Rivas. Ninguna parte. En una situación que se repite prácticamente para toda la plantilla del Argon, con, seguramente, la única excepción de Laura Antoja , que trabajó con Silvia Font en el Barça, con quien ganó una liga.